Me parecía que respirar era incomodo, como algo tedioso y
aburrido que tenía que hacer siempre. Por eso jugaba con mis amigos a aguantar
la respiración y así la evitaba, nos la
pasábamos tan bien… Mi mami me dijo que tenía que parar de jugar a ese juego, y
que por eso me habían metido en el hospital. Me sentía tan sola… con esa
especie de delantal blanco que llevaban todos y la gente que pasaba sin energía…
Rara vez vi a alguien feliz por aquí, y si lo veía se marchaba ese mismo día.
Me decían que no podía ni correr, ni jugar a la pelota ni salir si quiera, así
que cuando mis amigos venían solo hablábamos y me entregaban la tarea para casa
del cole.