sábado, 20 de junio de 2015

Héroe

Supongo que solo quería vivir aventuras con mis juguetes, que algún día sus caras de plástico empezarían a gesticular como hacían Woody y Buzz Lightyear. Pero ni mi vaquero gritó "yeeeeeeehaa" ni mi astronauta "hasta el infinito y más allá...".

Llegó una época en la que el hombre araña me fascinaba, tanto que le dije un día de esos de mi infancia a mi madre: -Cuando sea grande quiero ser como Peter Parker.
Y otra temporada en la que hacer que el villano de la película explotase en chispas, como en los Power Rangers era mi mayor ilusión. Me encantaban las figuritas de esos guerreros de colores y pasaba las tardes jugando con ellos.


Pero uno va creciendo y se da cuenta de que esos héroes no existen, y empiezas a preguntarte cosas más serias: ¿Digimon o Pokémon? ¿Pongo primero la leche o los cereales? ¿Qué pasa si lamo pilas?... Por esa época me sacaba los mocos y pensaba que algún día los Pokémon existirían... no me juzgues.

Nuestros héroes van cambiando a medida que crecemos y vamos experimentando eso de vivir. Ahora mismo tengo 17 años y no tengo un héroe, pero tengo algo parecido: un padre que le preocupa más el bienestar de su familia que el suyo propio. No te hemos olvidado, que sepas que aquí siempre estamos pensando en ti. Muchas gracias y te doy toda la fuerza que tengo psicológicamente para ayudarte en tu trabajo. No te olvides, a pesar de todo, de divertirte, que nunca se es tarde para volver a ser niño.


Te queremos mucho.

No hay comentarios:

Publicar un comentario