Había descubierto una forma de largarme, de viajar lejos y sentir
la brisa perfumada de un césped limpio y verde. Mi hermana había conseguido una
flauta en la basura y me la dio como regalo, sinceramente me daba igual de
dónde la había sacado. La tomé y amagué tocarla hasta que soplé con seguridad
su boquilla y puse mis dedos sobre los agujeros. De la flauta comenzó a salir
una melodía suave y al principio arrítmica, pero con cada compás que creaba de
dentro de mi ser, las notas se pegaban más y formaban palabras, sentimientos
hasta incluso recuerdos. Cuando escuchamos lo que podía hacer con el
instrumento nos sorprendimos. Vinieron mariposas, hormigas, gatos
callejeros... escuchando el sonido de
mis pulmones.
lunes, 21 de septiembre de 2015
martes, 15 de septiembre de 2015
Se aprecia la brisa de tu alma
Solo necesito que estés a mi lado, que me acaricies. Me siento tan solo sin ti... La muerte está sentada a mi lado, cantándome una nana y sigo sin poder dormir pensando en cómo desapareciste de mis ojos.
Aún recuerdo la última vez que mire directamente a tus iris: brillaban como la más candente vela y me suplicaban que me quedara pudiendo ver yo tu miedo atrapado en la oscuridad de tus pupilas.
Aún recuerdo la última vez que mire directamente a tus iris: brillaban como la más candente vela y me suplicaban que me quedara pudiendo ver yo tu miedo atrapado en la oscuridad de tus pupilas.
lunes, 14 de septiembre de 2015
La jaula del corazón
Siempre me pregunté por qué estoy separado del exterior, maldiciendo aquella línea tan fina entre mi sombra y el suelo. Cómo mis pensamientos se quedan en mi cabeza y no explotan en el aire haciendo que los transeúntes cierren los ojos al ver tantas ideas. Y me molesta que no pueda hacerme tan transparente como un espíritu para que veas la suciedad de mi interior. Nunca lo entenderé, pero siempre quedará aquella línea que separa nuestros cuerpos para que nunca nuestras almas se toquen y tengas que simplemente darme un beso.
miércoles, 9 de septiembre de 2015
Tragicomedia
“Alzo la vista y me dicen que ya tengo que salir. Se me
sobresalta el corazón porque me pillaron totalmente absorto en mis rotos
pensamientos. Ya era la hora de actuar. Me seco la cara y salgo con una amplia
sonrisa al escenario.
[...]
Llegué al fin a casa después de unas cuantas felicitaciones
y besos que no me llegaron porque los sentí totalmente vacíos. Escondo mi cara
entre mis horribles brazos. Ya no siento nada. Es como si mis emociones se
hubieran mezclado con el humo de mi cigarrillo y yo las haya dejado escapar
ante mis ojos, viendo cómo se disipan en el aire. Mi mente da vueltas por
todo mi apartamento: rebota y vuelve a mí para agitar mi cuerpo entero y
tirarme al suelo. Otra vez estoy abrazando mis rodillas empapándome en
tristeza.”
Me cansé
Para mí tus noches eran mis días, un par de horas más de
vida. Una vida malgastada en proverbios chinos y rosas de un euro cada
amanecer. Una sonrisa compartida, ahora me daría repelús. Al contemplar
nuestras vidas bifurcarse como si fueran una carretera pienso en lo poco que
disfrutaste compartiendo mis dedos. Un mediodía de canciones desafinadas y
tazas de té rotas.
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