lunes, 14 de septiembre de 2015

La jaula del corazón

Siempre me pregunté por qué estoy separado del exterior, maldiciendo aquella línea tan fina entre mi sombra y el suelo. Cómo mis pensamientos se quedan en mi cabeza y no explotan en el aire haciendo que los transeúntes cierren los ojos al ver tantas ideas. Y me molesta que no pueda hacerme tan transparente como un espíritu para que veas la suciedad de mi interior. Nunca lo entenderé, pero siempre quedará aquella línea que separa nuestros cuerpos para que nunca nuestras almas se toquen y tengas que simplemente darme un beso.

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